Glaucoma

¿Qué es el Glaucoma?

El glaucoma es la elevación de la presión intraocular asociada a una atrofia lentamente progresiva del nervio óptico. En la cabeza del nervio óptico, o parte visible del mismo al enfocar un fondo de ojo, se va a producir un aumento de la excavación, asociado pérdida de campo visual periférico. No es que veamos oscuro por los lados sino que es muy parecido a cuando uno está leyendo una novela muy interesante y le pasa a alguien por al lado y no lo ve; es una pérdida de sensibilidad no consiente hasta fases avanzadas.

 

Esto dificulta mucho el que uno mismo reconozca que tiene una enfermedad ocular por eso se llama la ceguera silenciosa. En la mayoría de los casos la única manera que permite diagnosticar este cuadro es una exploración oftalmológica completa, pues uno mismo no a va notar que tiene la presión alta ni que está perdiendo campo visual.

 

Existen básicamente dos tipos de glaucoma, el de ángulo abierto y el de ángulo cerrado. El ángulo de la cámara anterior es el que forma la córnea (parte anterior transparente del ojo) con el iris (estructura interna que le da color) Este ángulo tendría que formar unos 45 grados aproximadamente, lo que representaría la normalidad y sería un ángulo abierto.

 

Por el contrario, encontramos algún caso en el cual el iris de nacimiento está implantado más hacia adelante y el ángulo es mucho más pequeño. Estos ángulos más estrechos con el tiempo se pueden ir cerrándose y esa aproximación del iris hacia la córnea puede llegar hasta alcanzar el contacto o cierre angular que se asocia a una rápida subida de presión, desde valores de 15 mmHg que se consideran normales a valores 70 mmHg, junto con un cuadro clínico de mucho dolor, ojo rojo, dilatación pupilar, que nos tiene que hacer pensar en una visita urgente a un servicio de oftalmología para solucionarlo. Es el ataque agudo de glaucoma.

También hay que distinguir entre una hipertensión ocular y un glaucoma. La hipertensión ocular es tener la presión más alta de lo normal pero sin lesión del nervio óptico, y un glaucoma es la lesión del nervio óptico que en la mayoría de los casos se asocia con la presión alta, aunque hay un pequeño porcentaje que tenemos presiones aparentemente normales.

 

El glaucoma tiene tres niveles de tratamiento, en primer lugar sería utilizar unas gotas que bajan la presión pero que no curan, es decir, que cuando se suspende el tratamiento por algún motivo la presión vuelve a subir. En segundo lugar se puede realizar un tratamiento con láser (Trabeculoplastia selectiva) que aumentar la salida del humor acuoso y disminuye la presión intraocular a través de “limpiar” el pigmento que tapona el filtro de salida del humor acuoso llamado trabéculo.

 

Si todo lo anterior falla, existe un tercer nivel de tratamiento que sería quirúrgico, que a través de un sistema valvular va a permitir hacer que una parte del humor acuoso salga al exterior a un espacio protegido bajo la conjunta.

¿En qué consiste la técnica quirúrgica?

En crear una filtración, una salida del exceso de humor acuoso desde el interior del ojo hacia el exterior, a un espacio que se forma por debajo de la conjuntiva. En el procedimiento se levanta la conjuntiva, se abre una escotilla en la esclera y se coloca un implante fijo, que comunica la cámara anterior del ojo con el exterior, que será recubierto por la esclera y la conjuntiva, que formará la ampolla de filtración.

 

Es una cirugía relativamente rápida y segura y tiene la ventaja de dejar una salida permanente gracias al implante. La vida funcional de la cirugía está en función de la ampolla de filtración. Si con el tiempo se pierde la capacidad de filtración por fibrosis de la ampolla, ésta se puede volver a levantar y limpiar de tejido fibroso volviendo a funcionar con normalidad.

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